viernes, 31 de diciembre de 2010

TÉCNICAS ANESTÉSICAS

ANESTESIA DEL NERVIO MAXILAR Y DE SUS RAMAS
ANESTESIA DEL TRONCO DEL NERVIO MAXILAR
Vías Intraorales
Los pacientes sometidos a intervenciones odontológicas aceptan mejor estas vías. Siempre han sido rechazadas por los seguidores de las vías extraorales debido a que es difícil conseguir una buena asepsia de la mucosa bucal.
Estas vías se impusieron rápidamente por¬que los cirujanos dentistas estaban más familia¬rizados con ellas, los pacientes las aceptaban mejor y, en definitiva, suponían un menor ries¬go de lesiones anatómicas.
Estas técnicas han inspirado a los autores mo¬dernos a proponer la infiltración de los múscu¬los masticadores en síndromes dolorosos del aparato masticador.
Técnica de Jeay
Este autor utiliza una aguja de 40 mm aco¬plada a una cánula fijadora «en bayoneta», ya que, en su opinión, así se compensa la convexi¬dad lateral de la tuberosidad maxilar.
La aguja se introduce en el ángulo vestibular distal del tercer molar maxilar, entra en la fosa infratemporal deslizándose sobre la cara externa de la tuberosidad maxilar, atraviesa de abajo arriba la grasa del cuerpo adiposo de la mandí¬bula, penetra en la fosa pterigopalarina y entra en contacto con el nervio maxilar después de un trayecto de 35 mm.
Técnica de Smith
Este autor también utiliza una aguja de 40 mm, pero acoplada a una cánula de 60 mm angulada en 100° con respecto al cuerpo de la je¬ringa.

La angulación permite que el paciente tenga la boca entreabierta y que se pueda efectuar el pinchazo en la encía frente a la muela del juicio.
El trayecto de la aguja es el mismo que en la técnica descrita anteriormente, a excepción de que el autor preconiza que hay que mantenerse en contacto con el periostio de la tuberosidad para que la aguja no se pierda en la fosa infratemporal.

Técnica de Nivard
La única diferencia con la técnica de Smith reside en el instrumental utilizado. De hecho, este autor utiliza una aguja de 40 mm acoplada a una cánula en bayoneta cuyo primer ángulo tiene 100° y el segundo 120°. Esta doble angu¬lación permite separar visualmentc el punto de penetración de la aguja y orientarla mejor.
Por suerte, todas estas técnicas de anestesia troncular que se realizan por vía extra o intrao¬ral, a menudo no entran en la fosa pterigopala¬rina y se quedan casi siempre en la fisura pteri¬gopalarina.
En el caso de que la aguja entre en la fosa pte¬rigopalatina existe un gran riesgo de síncope por estimulación del ganglio pterigopalatino. Por otra parte, el hecho de utilizar una aguja larga (35 mm) para atravesar la fisura ptcrigomaxilar tiene el riesgo de causar una lesión de la arteria maxilar que, en esta localización, forma un arco antes de penetrar en la fosa pterigopalarina.
Las técnicas ya no pueden realizarse tal como se describieron debido a la desaparición del material necesario.
ZONA MOLAR
La elección de la técnica anestésica en la zona molar depende del upo de procedimiento, del número de muelas a tratar y de la duración de la intervención.


Anestesia en la tuberosidad superior
La denominación de «anestesia retrotubero- sitaria» es inexacta porque se efectúa en la tube¬rosidad y no detrás de ésta.
Indicaciones
La anestesia de la tuberosidad superior es una anestesia regional porque afecta a todo el grupo molar. Por lo tanto, estará indicada en caso de intervenciones programadas prolonga¬das de uno o varios dientes del mismo lado o in¬cluso en el caso de procedimientos cortos en va¬rios molares.
Después de haber desinfectado la piel y la mucosa, se coge la mandíbula entre el pulgar y el índice y se ejerce una leve tracción para ma¬terializar correctamente la zona de reflexión mucosa.
El extremo de la aguja se coloca frente a la mucosa libre distalmente al primer molar.
La aguja se introduce por encima y por detrás, paralelamente a la tabla ósea, hasta el tope. La in-vección lenta de la cantidad de un cartucho es
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suficiente para obtener una anestesia del grupo molar con una duración suficiente en la mayor parte de los procedimientos. El punto de entra¬da de la aguja siempre debe situarse distalmen¬te al primer molar, para no chocar con la hipó¬fisis cigomática del maxilar, sino deslizarse paralelamente a su vertiente posterior.
Esta técnica permite obtener una infiltra¬ción de todas las ramas nerviosas y evitar las infiltraciones complementarias


ZONA PREMOLAR
En esta zona, la técnica anestésica es simple y consiste en una infiltración paraapical alta. ¿Por qué hay que realizar una paraapical alta? Por dos motivos:
— En primer lugar, para llegar lo más cerca posible al origen de las ramas nerviosas.
— Y, en segundo lugar, para estar lo más lejos posible del campo de intervención, con lo que se evita la eliminación prematura de la solución anestésica. Si esto es importante en cirugía también lo puede ser en los procedi¬mientos consejadores debido a la hemorra¬gia relacionada con la colocación de una pinza de contención.
ZONA INCISIVO-MOLAR
En ese sector no hay ninguna dificultad para obtener una anestesia adecuada, excepto en tres casos:
-Intervenciones de endodoncia prolongadas.
-Preparaciones de coronas sobre dientes pul¬pados.
-Cirugía apical del bloque incisivo.
REGIÓN PALATINA
La región palatina depende de un nervio principal, el nervio palatino mayor, que emerge del agujero palatino mayor y cubre la totalidad de la inervación de la mucosa palatina.
Esta inervación se completa por delante con el nervio nasopalatino procedente del agujero in¬cisivo y cuyo territorio, muy limitado, ya está cu-bierto, de todas formas, por el palatino mayor.
Por detrás, los dos nervios, procedentes de los agujeros palatinos menores, participan en la inervación de la parte posterior del paladar y de la parte inicial del velo: son los nervios palatinos menores.
Anestesia del agujero palatino mayor
la anestesia del canal palati¬no mayor consistía en hacer penetrar una aguja en el agujero palatino mayor para entrar lo más lejos posible en el canal y llegar a la fosa pterigopalatina para efectuar la anestesia r troncular del nervio maxilar. En la actualidad, esta técnica ha caído en desuso y se ha sustituido por una anes¬tesia general en intervenciones maxilofaciales o de otorrinolaringología, o por una anestesia del nervio palatino mayor en su salida del agujero palatino mayor.
Tecnica
Es sencilla y consiste en introducir la aguja cerca del agujero palatino mayor que se sitúa a
1mm delante del límite del paladar duro y del paladar blando y a 10 mm del ángulo palatino distal del segundo molar.
La inyección se realiza en una zona deprimible llena de tejido celular.
Es suficiente administrar el contenido de medio cartucho en cada lado para obtener una anestesia de todo el paladar.
Teniendo en cuenta que es imposible evitar el dolor causado por la penetración de la aguja, en esta técnica se puede recurrir a la anestesia de superficie con ayuda de un gel que se debe dejar actuar sobre la mucosa, la cual es fácil de mantener seca.
Si la intervención consiste en un desprendi¬miento de la parte anterior del paladar, es indis¬pensable efectuar una infiltración del pedículo incisivo.


Anestesia del agujero incisivo
El agujero incisivo es en realidad una espe¬cie de cráter, constituido por la unión de dos huesos maxilares, al fondo del cual llegan los dos canales incisivos. Proceden de cada fosa na¬sal y dan paso a dos nervios nasopalatinos.
Consiste simplemente en introducir la aguja en el cráter e inyectar allí la cuarta parte del car¬tucho. Es el único agujero donde puede intro¬ducirse una aguja sin que pase nada, ya que este pedículo se seccionará (sin consecuencias) en un desprendimiento del paladar.


ANESTESIA DE LAS RAMAS DEL NERVIO MANDIBULAR

Técnica Directa al Nervio Alveolar Inferior y Nervio Lingual Inferior y Nervio Lingual

Consiste en llegar con la aguja directamente a la zona situada directamente detrás de la língula mandibular, donde el nervio alveolar inferior se introduce en el orificio mandibular. El paciente debe ubicarse en apertura máxima con el plano oclusal mandibular paralelo al plano horizontal.

Con el dedo índice de la mano libre se palpa el borde anterior libre se palpa el borde anterior de la rama, de manera que de la rama, de manera que quede paralelo a la superficie quede paralelo a la superficie oclusal de los molares oclusal de los molares inferiores. Se punciona en el inferiores. Se punciona en el vértice del triángulo de base vértice del triángulo de base superior que forman el borde superior que forman el borde anterior de la rama y el relieve anterior de la rama y el relieve que forma en la mucosa el que forma en la mucosa el ligamento pterigomandibular, ligamento pterigomandibular, es decir 8 a 10 mm por sobre el es decir 8 a 10 mm por sobre el plano oclusal. plano oclusal.

En este punto con la aguja paralela a la superficie oclusal del mismo lado, se introduce hasta tocar el contorno de la cresta que delimita el orificio mandibular . Allí se cambia la dirección de la jeringa hasta apoyarla en la cara oclusal de los premolares o primer molar
del lado contrario.

En esa ubicación se introduce suavemente la punta de la aguja en el punto indicado
inyectando ¾ partes del tubo. Luego sin cambiar de dirección, se retira 0,5 cm. Y se deposita el resto de la solución para anestesiar el nervio lingual, que acompaña al nervio alveolar en el espacio pterigomandibular.




Anestesia del nervio Bucal

Su bloqueo produce anestesia de los tejidos blandos y periostio bucal frente a los molares. El punto de punción está por distal y bucal del último molar en la arcada , en ese punto el
nervio cruza hacia vestibular por delante del borde anterior de la rama.

Anestesia Del Nervio Mentoniano

Su bloqueo produce anestesia de los incisivos, canino, mucosa labial y gingival
inferior, piel del labio inferior y mentón.

Debe ubicarse el agujero mentoniano, para lo cual se coloca el pulpejo del dedo índice en el fondo del vestíbulo frente al primer molar.

Ejerciendo presión suave , se desliza hacia delante Entre ambos premolares o ligeramente hacia atrás, donde se palpan unas irregularidades y una cavidad. Si se presiona este
punto, el paciente acusa un suave dolor, este es el punto que corresponde al agujero mentoniano.

El agujero mentoniano se abre hacia atrás y arriba , de manera que la dirección de la aguja debe ser desde arriba hacia abajo y desde atrás hacia delante.

Localizado el agujero se hace la punción penetrando la mucosa a una profundidad de 0,5 cm. No es necesario penetrar en el conducto para anestesiar el nervio mentoniano y el incisivo.

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